A menos de 15 días que empiece el Mundial varios precios se ajustan en las ciudades brasileñas. Según un relevamiento de El País en base a datos publicados por La Nación ver a la selección uruguaya varía su costo dependiendo de la ciudad que se elija para viajar.
Para quienes van al Mundial, el primer dato importante es que lo mejor es llevar reales desde Uruguay porque encontrar cambios en Brasil puede no ser lo más fácil dependiendo de la ciudad a la que se vaya.
Una vez allá, el primer gasto empieza a la salida del aereopuerto. En Fortaleza, punto de partida de la selección uruguaya que se enfrentará allí el 14 ante Costa Rica, tomar un taxi cuesta entre 28 reales si va al centro, y 60 reales si va a la zona de Caucaia, según el sitio www.tarifadetaxi.com, que permite calcular los costos de los recorridos para distintas ciudades de Brasil.
En San Pablo, donde Uruguay enfrentará a Inglaterra el 19 de junio, un taxi desde el aereopuerto de Guarulhos hasta la Avenida Paulista, en el centro de la ciudad, sale en promedio unos 85 reales en un taxi común, 110 reales en uno especial y 131 reales uno de lujo. Desde el Aeropuerto Congonhas, utilizado para vuelos de cabotaje, hasta el Jardim Paulista, zona de una gran concentración de hoteles, el taxi cuesta entre R$ 30 y R$ 40. Para circular por la ciudad lo mejor es el Metrô (el boleto, R$ 3). En tanto en Natal donde la celeste jugará contra Italia el 24 el viaje en taxi entre el aeropuerto Internacional Augusto Severo y el centro de la ciudad tiene un costo entorno a los 39 reales.
En cuanto a alojamiento, dormir en Fortaleza la noche del partido, parte de unos 200 reales con desayuno incluido la habitación individual en un hotel tres estrellas, según el sitio www.booking.com. El sitio advierte que en la fecha del partido de Uruguay los hoteles ya cuentan con el 87% reservado por lo que los precios pueden ser más altos de los normal. En los hoteles de dos estrellas muchas ya no cuentan con habitaciones libres y en otros de tres estrellas solo ofrecen habitaciones triples a unos 600 reales con desayuno.
En San Pablo la oferta hotelera es amplia, pero hay que contar con que la habitación doble con desayuno ronda los R$ 500 y una cama en un albergue puede costar hasta R$ 140. En Natal, en tanto, donde se advierte que el 75% ya fue reservado, la noche de hotel con desayuno del día del partido tiene un costo mínimo en torno a los 200 reales por persona. Estos precios se obtienen en las páginas web de reservas de hotel y pueden variar con el correr de los días y el aumento de la demanda.
En los estadios los precios ya fueron estipulados por la FIFA ypublicados en su sitio web. Una hamburguesa saldrá 10 reales y un refresco 8 reales, entre otros de los productos que se pueden encontrar.
Por otra parte, comer en un restaurante «por peso» puede costar entre R$ 20 y R$ 70 el kilo dependiendo de la ciudad. Para una cena con entrada, plato principal y un trago hay que calcular entre R$ 80 y R$ 120. Los famosos sucos de frutas en un lanchonete al paso salen entre R$ 5 y R$ 8, una hamburguesa cuesta entre R$ 7 y R$ 18 y un açaí de 300ml puede estar a R$ 8. La oferta gastronómica paulista es la más completa del país y se puede comer en el Mercado Municipal por R$ 20 o en un buen restaurante japonés por R$ 100.
Como siempre, la playa tiene sus propios números: R$ 5 la reposera, R$ 10 la sombrilla, R$ 3 el agua mineral, R$ 4 la latita de gaseosa, R$ 5 la cerveza, R$ 12 la caipirinha y R$ 14 la caipivodka. En este caso, se trata de precios «oficiales», que seguramente los vendedores querrán ajustar durante el Mundial, así que probablemente habrá que negociar.
Los típicos pareos que se usan para tomar sol sobre la arena cuestan entre R$ 25 y R$ 35 y un par de Havaianas se consigue a partir de R$ 18.
DICCIONARIO GASTRONÓMICO
Acarajé: plato típico que se vende en las calles adoquinadas de Salvador. Es un buñuelo, preparado con masa de porotos blancos, frito en aceite de palma. Se sirve semi abierto al medio, relleno con camarones frescos cocinados en «vatapá». Le ponen con mucha pimienta.
Barreado: plato tradicional del litoral paranaense. Es carne desmenuzada, a la que se agrega tocino y que se cocina a fuego lento en una cacerola de barro, tapada, con harina de mandioca y agua caliente.
Buchada de Bode: especialidad del Nordeste. Se preparan las vísceras (estómago) de cabra lavadas, llenándolas con especies y cocinándolas con jugo de limón.
Bolo de rolo: bizcocho arrollado en capas finísimas con relleno dulce, típico de Pernambuco.
Camarão a la milanesa: forma parte del menú playero del país. Es el camarón empanado y cocido en aceite bien caliente y servido en chop sticks (es opcional una dosis abundante de salsa golf).
Canjica: dulce típico de la cocina brasileña. Sus ingredientes son el maíz, la leche condensada y de coco y los cacahuetes.
Carne- de-sol: carne seca salada, expuesta al sol cuatro días, también conocida como «jabá».
Churrasco: típico de Rio Grande do Sul. Carne de vaca, cerdo o cordero puesta en espeto, asada sobre fuego hecho con carbón, preparada distinto al modo argentino.
Farofa: acompañamiento típico de la cocina brasileña, cuyo ingrediente principal es la harina de mandioca o la harina de maíz, preparada con manteca, cebolla y huevos.
Feijão tropeiro: plato tradicional de Minas Gerais, que consta de frijoles mezclados con harina de mandioca, condimentados con cebolla, panceta, «couve» y «torresmo» (piel de chancho frita bien crocante).
Feijoada: desde los tiempos de la colonia portuguesa, es una de las insignias de la cocina brasileña (se conocía como «el plato de los pobres»). Son frijoles negros cocinados junto con distintos cortes de cerdo, servidos con arroz, harina de mandioca, hojas de col -una legumbre que ayuda la digestión- cortadas finitas, salteadas con ajo, cebolla y rodajas de naranja.
Goiabada: dulce elaborado con la fruta de la guayaba. Se suele comer con el queso Minas Frescal, formando el matrimonio de «Romeu e Julieta», uno de los clásicos de la repostería del país.
Maniçoba: también conocida como la «feijoada» paranaense, pero se elabora con pescado, mandioca y pimienta.
Moqueca: un clásico del Brasil. Es una cazuela de pescados -peixe o camarón- elaborado con cebollas, tomate, pimentón y hojas de cilantro, todo preparado con aceite de palma (azeite de dendê) y leche de coco.
Munguzá: papilla de maíz con trocitos de coco.
Pato no tucupi: emblema de la cocina paranaense. La elaboración consta de dos partes. El pato es cocido parcialmente al horno con «caldo de tucupi» (líquido amarillento obtenido de la mandioca) y «jambú» (planta típica del norte del Brasil). Luego se troza y se termina la cocción en cacerola de barro.
Pão de queijo: buñuelos de queso, asados, populares en Minas Gerais y Goiás, que se preparan con leche, aceite, huevos y queso parmesano.
Picanha: corte tradicional de carne bovina, que se suele comer asado.
Queijo coalho: queso pasteurizado típico de la cocina nordestina. Es muy popular en las playas, en donde se vende asado en un pequeño brasero.
Queijo Minas: queso blanco, fresco y liviano hecho con leche de vaca; se consigue en cualquier tienda del Brasil.
Rapadura: dulce duro, típico del Nordeste, con jugo de la caña de azúcar.
Tacacá: caldo de hierbas que se sirve en Pará, Amapá y el Amazonas.
Tutú de feijâo o Tutú a mineira: frijoles mezclados con cebolla rehogada, ajo, panceta, pedazos de chorizo y harina de mandioca.
Vatapá: del Nordeste, se prepara con porotos triturados, camarones secos, pan rallado o harina, maní triturado, leche de coco, cebolla y aceite de palma.
